Teo, o como se le conoce, ""Teo 2"" (ya había un homónimo), llegó a la fundación por ser un ""regalo sorpresa"", un regalo no pedido, llegó a esa casa siendo cachorro y era imposible decirle que no... Pero ya no es un cachorro y la situación cambió, ya no había espacio para Teo. Teo tiene un año y medio, está lleno de amor y se encarga de compartirlo con todos los que se va encontrando, reparte lametazos, te ""habla"", sonríe, te sigue y con la manito te pide que no dejes de consentirlo... Es un perro muy especial, demasiado amoroso para convivir con alguien que no quiere perros (escuchamos, pero no juzgamos).